Fisioterapia

deportiva

La fisioterapia deportiva está diseñada para ayudar a los deportistas a prevenir, tratar y recuperarse de lesiones, asegurando una vuelta segura y eficiente a su actividad. Ya sea por sobrecarga, movimientos repetitivos o impactos propios del deporte, nuestro enfoque combina terapia manual, ejercicio terapéutico y técnicas avanzadas para optimizar el rendimiento y reducir el riesgo de recaídas. Si buscas recuperarte de una lesión o mejorar tu condición física, estamos aquí para ayudarte.

Tratamiento

El enfoque del tratamiento será diferente al de otras patologías, ya que se necesitará cesar la actividad de impacto para evitar continuar dañando la zona. Sin embargo, esto no significa reposo total, ya que se pueden realizar ejercicios que ayuden en la recuperación, como el entrenamiento de fuerza con cargas controladas y evitando el dolor en todo momento.

Nuestro principal objetivo será disminuir el dolor, para lo cual emplearemos distintas técnicas, como terapia manual, diatermia y ejercicios isométricos.

Si tu hijo o hija siente dolor en la rodilla y ha notado un engrosamiento justo debajo de la rótula, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

Enfermedad de Osgood-Schlatter

Es una patología en la rodilla que afecta, en la mayoría de los casos, a niños y niñas adolescentes de 9 a 15 años, sobre todo si son deportistas activos. Esta patología, cuyo nombre puede resultar difícil de recordar, consiste en la inflamación de la tuberosidad tibial debido a una tensión excesiva del tendón rotuliano en su zona de inserción.

En cuanto a los síntomas, los más comunes son:

Beneficio incluido

Dolor en la rodilla.

Beneficio incluido

Sensibilidad en la tuberosidad tibial (zona inicial de la tibia).

Beneficio incluido

Hinchazón y engrosamiento del tendón rotuliano.

Beneficio incluido

Agrandamiento de la tuberosidad tibial.

Suele presentarse principalmente en adolescentes que practican deportes de alto impacto, como el voleibol o el balonmano, donde se requiere una gran cantidad de saltos. También puede aparecer en momentos de estirones de crecimiento, debido al aumento de carga sobre el tendón.

Normalmente, al llegar a la madurez esquelética, la patología tiende a desaparecer, pero su duración suele ser prolongada, en torno a un año, e incluso en algunos casos puede llegar a volverse crónica.

Rotura del Tendón de Aquiles

El tendón de Aquiles es la continuación fibrosa de los músculos sóleo y gemelos, dando lugar al tendón más fuerte y grande de nuestro cuerpo. A pesar de ello, es uno de los tendones en los que se producen más roturas, teniendo una prevalencia en hombres de entre 30 y 40 años. También suele haber una alta prevalencia en mujeres ancianas.

En cuanto a la forma en la que se suelen producir este tipo de roturas tendinosas, tenemos los deportes, principalmente deportes de raqueta, baloncesto y fútbol, debido a los numerosos saltos en apoyo unipodal y cambios de velocidad que se requieren en estos.

En cuanto a la sensación que experimenta el paciente al romperse, la mayoría coincide en que nota una “pedrada” en la zona baja del gemelo, como si alguien le diera una “fuerte patada”, aunque en la mayoría de los casos, esta lesión se produce sin contacto con el adversario.

Entre algunos de los deportistas reconocidos mundialmente que han sufrido esta lesión, tenemos a Kobe Bryant, Kevin Durant, jugadores de la NBA; María Vicente, saltadora de altura española; o David Beckham, famoso jugador de fútbol.

El mecanismo general de rotura suele ser una aceleración brusca, en la cual se aumenta muchísimo la carga que recibe el tendón en una fase excéntrica, es decir, cuando se encuentra en una posición estirada.

Síntomas de la rotura del tendón

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Dolor agudo en la zona del talón

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Incapacidad para ponerse de puntillas o flexionar el pie

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Hinchazón en la zona

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Incapacidad de caminar

Además de las pruebas complementarias, como resonancia magnética o ecografía, una prueba de valoración que usamos muchos fisioterapeutas y que tiene un alto porcentaje de acierto es la prueba de Thompson, en la cual observamos si existe una rotura completa del tendón.

Pueden existir tanto roturas completas como roturas parciales del tendón, por lo que nos será de gran ayuda distinguir entre ambas, ya que el tratamiento podría variar.

Normalmente, el tratamiento de elección suele ser quirúrgico, sobre todo en personas deportistas que van a volver a realizar su deporte. En cambio, también se puede tratar mediante un tratamiento no quirúrgico. En ambos casos, la fisioterapia será un arma crucial para la correcta rehabilitación y readaptación, con su correspondiente vuelta al deporte.

Síntomas de la rotura del tendón

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Fase 1: Reducir el dolor y la inflamación, evitar pérdida excesiva de fuerza y prevenir trombosis.

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Fase 2: Recuperar la movilidad del tobillo, ganar fuerza en todo el miembro inferior afectado y mejorar la propiocepción.

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Fase 3: Conseguir andar sin ayudas extras y comenzar con la readaptación funcional.

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Fase 4: Volver a disfrutar del deporte, minimizando al máximo el riesgo de recaídas

En cuanto a los tratamientos fisioterapéuticos que destacan en este tipo de lesiones, tenemos el ejercicio terapéutico, con un buen control de cargas; la educación en el dolor al paciente, ya que es un proceso largo que requiere de mucha confianza y motivación; y los tratamientos que realizamos para aliviar el dolor, como la radiofrecuencia, neuromodulación o la terapia manual.

Tu bienestar, nuestra prioridad.

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Rotura Muscular

La rotura o desgarro muscular consiste en la ruptura y desorganización de las fibras musculares que componen el músculo. Este tipo de lesión puede ocurrir tanto en el mundo del deporte como en actividades de la vida diaria. Dependiendo de la cantidad de fibras afectadas, se clasifica en tres grados: leve, moderado y grave.

En cuanto al mecanismo por el que se produce la lesión, normalmente se debe a elongaciones excesivas del músculo, como en el caso de los isquiotibiales en fútbol; otros mecanismos de lesión pueden ser una contracción brusca de la musculatura o un esfuerzo excesivo.

Sobre los músculos en los que hay más probabilidad de que se produzcan este tipo de lesiones, tenemos los músculos biarticulares, es decir, que cumplen sus funciones en dos articulaciones distintas. Entre ellos tenemos los isquiotibiales (parte trasera del muslo), gemelos y sóleo, cuádriceps o bíceps braquial.

Respecto a los factores de riesgo que hacen que aumente la probabilidad de sufrir dichas lesiones tenemos:

Beneficio incluido

Balance muscular inadecuado

Beneficio incluido

Carga excesiva

Beneficio incluido

Mala alimentación

Beneficio incluido

Descanso insuficiente

Además, aunque este tipo de lesión suele producirse en su mayoría de veces de manera individual, sin traumatismo, en alguna ocasión también puede producirse debido al mismo.

Entre los síntomas más comunes de las roturas musculares, tenemos el dolor, la hinchazón en la zona de la lesión y la imposibilidad de mover el segmento corporal afectado.

El tratamiento será, en la mayoría de ocasiones, conservador, optando por la fisioterapia como principal medio para la recuperación. En esta recuperación nos centraremos en reducir el dolor, aumentar la fuerza muscular y readaptar para la vuelta a la normalidad. Además, la fisioterapia también se debería usar en estos casos para una prevención, reduciendo así el riesgo de rotura.

Por último, otra cosa a tener muy en cuenta, es la NO utilización de hielo o similares (cold pack, etc.) en la zona de la lesión, ya que, aunque a lo largo del tiempo se ha utilizado de manera recurrente, se está viendo que su aplicación podría no ser efectiva y aumentar el tiempo de recuperación.