La espalda es una de las partes más importantes de nuestro cuerpo, ya que sostiene nuestra postura, nos permite realizar movimientos y protege la médula espinal. Sin embargo, también es una de las más vulnerables a sufrir dolores, contracturas, lesiones y enfermedades. Por eso, es fundamental cuidarla con hábitos saludables y ejercicios adecuados.

Uno de los mejores deportes para fortalecer la espalda y prevenir problemas es la natación. Esta actividad tiene múltiples beneficios para nuestra salud física y mental, y se puede practicar a cualquier edad y nivel. En este artículo te contamos por qué la natación es clave para el cuidado y la prevención de dolores de espalda, y qué estilo de natación te conviene más según tus objetivos y condiciones.

Qué trabajamos en la natación

La natación es un deporte muy completo que nos permite trabajar diferentes aspectos de nuestro cuerpo y nuestra salud. Al practicar la natación, ejercitamos los siguientes elementos:

Músculos

La natación implica el uso de casi todos los grupos musculares del cuerpo, desde los brazos y los hombros hasta las piernas y el abdomen. Al nadar, los músculos se tonifican y se fortalecen, lo que ayuda a prevenir lesiones y a mejorar la postura. Además, la resistencia del agua hace que el trabajo muscular sea más intenso y efectivo.

Articulaciones

La natación es una actividad de bajo impacto que no genera estrés ni presión sobre las articulaciones. Al contrario, el agua favorece la movilidad y la flexibilidad articular, aliviando el dolor y la rigidez. Además, es especialmente beneficiosa para las personas que sufren de artritis, artrosis u otras enfermedades articulares.

Cardiovascular

La natación es un ejercicio aeróbico que mejora la capacidad y la salud del sistema cardiovascular. Al nadar, el corazón se fortalece y se oxigena mejor, lo que reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, hipertensión o colesterol alto. También, ayuda a regular la presión arterial y a mejorar la circulación sanguínea.

Qué partes del cuerpo mejora la natación

La natación es una actividad física que tiene múltiples ventajas para tu salud. Al nadar, trabajas diferentes grupos musculares de forma simultánea y equilibrada, lo que te ayuda a mejorar tu postura, tu resistencia y tu tono muscular. Además, al hacerlo en el agua, reduces el impacto sobre tus articulaciones y previenes posibles lesiones, ya que es un ejercicio suave pero efectivo para tu cuerpo.

Las partes del cuerpo que más se benefician de la natación son:

Brazos y hombros

La natación es un deporte que requiere el uso constante de los brazos y los hombros, lo que los hace más fuertes y resistentes. Al nadar, se ejercitan los músculos del pecho, la espalda, los bíceps, los tríceps y los deltoides. Esto nos permite tener unos brazos y unos hombros más definidos y estéticos.

Piernas

La natación también implica el movimiento de las piernas, lo que las hace más firmes y tonificadas. Al nadar, se activan los músculos de los glúteos, los cuádriceps, los isquiotibiales y las pantorrillas.

Espalda

La natación es uno de los mejores deportes para cuidar la salud de nuestra espalda. Al nadar, se alinea la columna vertebral y se relajan los músculos lumbares y cervicales. Esto previene y combate el dolor de espalda, así como las posibles deformidades o lesiones de la columna.

nadar de espalda fortalece la espalda de los nadadores

¿Qué problemas de salud puedes prevenir o aliviar con la natación?

La natación es una opción ideal para personas con diversas condiciones de salud. El agua te permite moverte con mayor facilidad y sin causar estrés en las articulaciones. La natación puede ayudarte a prevenir o aliviar problemas como:

Artritis

La artritis es una inflamación de las articulaciones que causa dolor, rigidez y limitación del movimiento. La natación es un tratamiento natural para la artritis, ya que el agua reduce la carga sobre las articulaciones y facilita su movilidad. Además, ayuda a aliviar el dolor y mejora la función articular.

Asma

El asma es una enfermedad respiratoria que provoca dificultad para respirar, tos y sibilancias. La natación es un ejercicio recomendado para las personas con asma, ya que mejora la capacidad pulmonar y el control de la respiración. Además, la humedad del ambiente acuático reduce la irritación de las vías respiratorias.

Problemas de espalda

Los problemas de espalda son muy comunes en la población y pueden tener diversas causas, como el estrés, la mala postura, el sobrepeso o el sedentarismo. La natación es una solución eficaz para los problemas de espalda, ya que fortalece los músculos que sostienen la columna, corrige la postura y alivia la tensión. La natación es especialmente útil para las personas que sufren de hernia discal, escoliosis, cifosis o lumbalgia.

Enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades cardiovasculares son aquellas que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos, como el infarto, el ictus o la angina de pecho. La natación es una forma de prevenir y tratar las enfermedades cardiovasculares, ya que mejora la función y la salud del corazón, reduce la presión arterial y el colesterol, y favorece la circulación sanguínea.

Lesiones deportivas

Las lesiones deportivas son aquellas que se producen al practicar algún tipo de actividad física, como esguinces, torceduras, roturas o inflamaciones. La natación es una forma de recuperarse de las lesiones deportivas, ya que el agua permite realizar ejercicios sin impacto ni dolor. Además, la natación ayuda a rehabilitar los músculos y las articulaciones lesionadas.

Beneficios de la natación para la espalda

El crol es un estilo muy favorable para la espalda de los nadadores

La espalda es una de las partes del cuerpo que más se beneficia de la natación. Al practicar este deporte, nuestra espalda obtiene las siguientes ventajas:

Fuerza muscular

La natación aumenta la fuerza muscular de nuestra espalda, lo que nos permite tener una mayor estabilidad y resistencia. Al nadar, se activan los músculos dorsales, lumbares y cervicales, así como los abdominales y los oblicuos. Esto nos ayuda a sostener mejor el peso de nuestro cuerpo y a evitar lesiones.

Flexibilidad

La natación mejora la flexibilidad de nuestra espalda, lo que nos permite tener una mayor amplitud y facilidad de movimiento. Al nadar, se estiran los músculos y los ligamentos de la columna vertebral, lo que evita que se acorten o se tensen. Esto nos ayuda a mejorar nuestra postura y a prevenir contracturas.

Alivio de la presión

La natación alivia la presión sobre nuestra espalda, lo que nos permite sentirnos más relajados y cómodos. Al nadar, el agua ejerce un efecto de flotación que reduce el peso sobre nuestra columna vertebral. Esto nos ayuda a liberar el estrés y el dolor que se acumulan en nuestra espalda.

¿Cuál es el mejor estilo de natación para la espalda?

Aunque todos los estilos de natación son beneficiosos para nuestra espalda, hay algunos que son más adecuados que otros según nuestras necesidades y preferencias. El mejor estilo de natación para nuestra espalda es el crol y de espalda. Ambos estilos implican un movimiento simétrico y coordinado de brazos y piernas, lo que favorece el equilibrio muscular y articular. Además, ambos estilos permiten mantener una posición neutra de la columna vertebral, sin forzar el cuello ni la zona lumbar.

La natación y su prevención de enfermedades
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